#ZonaLibre: La súbita crisis de Claudia Sheinbaum

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Hay una pequeña línea delgada entre la ignorancia y la inocencia. Esa diminuta división suele ser traspasada por quienes apoyan desaforadamente a una persona que tiene aspiraciones a un cargo público. A esa figura se le llama “estulticia”. Tiene que ver con la necedad y hasta estupidez de esperar el triunfo de alguien que tiene pocas posibilidades del triunfo. Sin embargo, se está seguro, que es la persona más preparada y capaz para un puesto que la misma democracia no le permitirá obtener.

Este fenómeno no solo existe en la política. Millones de personas tienen el síndrome que los gringos llaman del “underdog”.

¿Eres uno de ellos? Puedes intentar comprobarlo cualquier sábado cuando por televisión, veas una pelea de box; entre contendientes que no conoces.

Si el más pequeño y menos musculoso de los peleadores es tu favorito inmediatamente, muy probablemente sufres de dicha condición.

O bien, ¿Cuántos de nosotros nos alegramos al ver al modesto equipo de Marruecos vencer a potencias futbolísticas en el pasado mundial?

Montaña rusa.

En nuestro país, específicamente en la entrañas del partido Morena, es sabido y de forma contundente, que la favorita del presidente López Obrador, para ser la próxima candidata a la presidencia, es Claudia Sheinbaum. No es necesario un estudio muy meticuloso para comprender que el tabasqueño quiere dejar a una mujer; que además es fiel, devota y entusiasta admiradora de su persona y liderazgo.

Claudia ha apostado ciegamente -con todo su capital político- en la promesa de que si es la elegida por el dedazo -disfrazado de encuestas-, seguirá al pie de la letras, todas y cada una de las políticas que AMLO ha bautizado como “La cuarta transformación”. Lo que algunos suponen, que con Sheinbaum, el presidente no solo dejaría una herencia política, sino que él mismo podría gobernar desde la mecedora, en su rancho en Palenque, Chiapas.

Algunas encuestas tienen a la actual jefa de Gobierno de la Ciudad de México, por encima de Marcelo Ebrard por hasta 8 y 10 puntos cuando se le pregunta a los morenistas. Sin embargo, cambia drásticamente cuando se sondea al cúmulo de personas que no se identifican con los partidos o aún prefiriendo a uno de la oposición, preferirían votar por el canciller. Por lo que la batalla tiene un cierre de fotografía, pues persiste un empate, en el que han estado desde que fueron llamados “corcholatas” por el ejecutivo.

La posición de “retador” por parte de Ebrard lo tiene en el área del rebelde. Muchos, sospechan que Marcelo podría ser menos radical en cuanto a la rígido postura de la presidencia a fin de combatir diariamente a los adversarios que ha inventado. Ya sean medios de comunicación, activistas,  creadores de contenido, religiosos, periodistas o cualquier persona que se atreva a criticar el régimen obradorista.

El pecado del canciller, ante los fanáticos de AMLO, podría ser, el no tener un talante combativo contra la clase media y alta del país. El hecho de que su vocación unificadora le dé un poco de esperanza a los empresarios, podría detonar sus posibilidades de ser candidato por la izquierda mexicana.

Eso, lo convierte en un “underdog” poco favorecido por su jefe inmediato.

Jaque a la reina

Si ambos contendientes estuvieran en la recta final, sin las arduas tareas que llevan a cabo todos los días, podríamos aseverar que la candidatura la tendría Sheinbaum en la bolsa.

Sin embargo, el hecho de estar al frente de una de las urbes más grandes del mundo, mantiene a Claudia en una constante cautela, que se ha agravado los últimos días.

La Ciudad de México es tan inmensa, como sus problemas. Algunos de ellos heredados desde siglos atrás. Pero otros aparecen de pronto, sin el menor aviso.

El cobarde ataque al periodista Ciro Gómez Leyva; el asesinato de un comensal en una de las cantinas más famosas y por supuesto, la terrible condición del metro capitalino, que ha cobrado vidas. Tienen en una seria crisis y en jaque, a la gobernante.

Poco ayuda ahora el respaldo que le da López Obrador desde la “mañanera”.

El hecho de que la guardia nacional opere dentro de las estaciones del metro, no calma a muchos ciudadanos. El ejército no ha sido el mejor ejemplo de civilidad y respeto a los derechos humanos en nuestro país. Eso no cambia de la noche a la mañana.

Durante esta complicada etapa que enfrenta Sheinbaum, las encuestas de han movido ligeramente en su contra. Los grupos más afines y entusiastas con su candidatura, han decidido guardar silencio. Mientras que otros, como el del Senador Ricardo Monreal, deciden hacer alianzas con sus rivales internos.

Y es que Monreal con sus 12 o 15 puntos podría levantarle la mano al “underdog” en cualquier momento. Eso lo saben los operadores de Claudia y del mismo presidente.

La jefa de gobierno lució sonriente durante la re-operación de la línea 12 del metro. Una movida bastante controversial, pues durante el accidente en esa línea, murieron 27 personas que fueron olvidadas ese día.

El desafío que actualmente sufre Sheinbaum supone un cambio de actitud y no de imagen. Requiere una operación de fondo, pues el apoyo a su causa cae inevitablemente y de la zona de crisis que afronta, sin estrategia asertiva, pocos pueden levantarse.

Son esos momentos donde los retadores toman fuerza y logran la hazaña de vencer al favorito.